Los años no pasan en vano y a estas alturas del partido no están las cosas para correr riesgos. Por eso los cinco integrantes de Aerosmith, todos bordeando los 60 años de edad, toman todas las precauciones que sean necesarias para garantizar que no haya problemas de salud mientras están en la carretera. Así queda claro en la lista de exigencias que los integrantes del grupo estadounidense iniciado en 1970 han hecho llegar a Santiago para su próximo desembarco en el país, fijado para el 25 de mayo en la elipse del Parque O'Higgins.Según cuentan los ejecutivos de la productora Time for Fun (t4f), encargada del show que está a la venta a través del sistema Ticketmaster, los canosos rockeros de Boston piden un doctor de medicina general, un otorrinolaringólogo, un masajista y un quiropráctico para su estada en el país.Tienen que tener "total disposición de tiempo" y estar pendientes de los pasos de un conjunto que arribará en vuelo privado desde Lima, Perú -donde tocan tres días antes de su recital en Chile-, y junto a un equipo de 50 personas.La "vida sana" parece ser la tónica de un listado que se detiene particularmente en las comidas: el cantante Steven Tyler (62), por ejemplo, pide plátanos orgánicos, manzanas rosadas, atún de albacora al agua, mango, piña y tofu, mientras que el guitarrista Joe Perry (59) espera encontrar distintas clases de yogurt y de frutos secos.Cada uno de los cinco músicos tendrá un camarín privado y también piden que se habiliten otras cinco salas para fines diversos: "pieza de afinación", comedor para la banda, oficina con internet, "pieza para precalentar" y un último espacio destinado para "las familias" de los músicos, aunque todavía no se ha informado si los rockeros que debutaron en Chile en noviembre de 1994 vendrán esta vez con toda la parentela.El resto de peticiones tiene que ver con asuntos técnicos. Como las dimensiones del escenario, que será de 20 metros de ancho por 15 de profundidad y que tendrá una pasarela de 12 metros hacia el público. Se indica, además, que se ocuparán dos pantallas gigantes para replicar la puesta en escena de la escala local del Cocked, locked, ready to rock tour, que es el nombre de la gira de conciertos con que la banda volvió al ruedo y aprovechó de disipar rumores recientes sobre una separación (en enero pasado, el guitarrista anunció que buscaban un nuevo vocalista).Las entradas van de $ 25.200 (Cancha general) a $ 80.000 (Cancha vip). Los productores reportan 8 mil boletos vendidos a la fecha.